I remember how I used to feel about Chanel when I was little. I thought what a boring brand, all they do is one bag with a double C and everyone seems to go crazy about it.
Turns out, they not only do 2.55, obviously, Gabrielle Chanel left a legacy of iconic pieces of couture that our loved Karl Lagerfeld makes sure he re-invents every season.
When I moved to London I started buying every single fashion magazine in order to educate myself a little. That's when I realised, who cares about women's wear or men's. At the end of the days is just cloth with a label at the back. So I've been dying for a Black Chanel tweeded jacket since I saw a rock n' roll star wearing one for a photo shoot for Wonderland Magazine. It look so careless and... chic? At the time i had to be happy getting just a chunky bracelet with a coin hanging.
Ok, so maybe then this is what we have to teach to the younger generations (and, of course, to the older generations, they have so many things to learn...), we don't have to buy what is there for us, what we are supposed to. It's all about buying things that truly inspires you, that would make you do things. And that's why creative people like Lily Allen are getting campaigns at Chanel, cause they really enjoy it, and they inspire other people.
So if you like it, get it. Fashion is never been about utility (as exception, Grabielle's way of thinking, of course). An accessory like the 2.55 is not just a bag, it's a piece of iconography, used to express individual identity and, in this case, being green tweed, the perfect pillow for the flight to New York Fashion Week in a couple of weeks.
Recuerdo lo que pensaba de Chanel cuando era pequeño. Era una marca aburrida que sólo hacía bolsos con doble C que, de alguna manera, todos morían por tener.La cosa es que no sólo hacen 2.55, obviamente, Gabrielle Chanel dejó una herencia de piezas icónicas que nuestro querido Karl se asegura de reiventar cada temporadaCuando me mudé a Londres compraba cada revistas de moda para autoeducarme un poco. Es cuando me di cuenta, a quién le importa si es ropa de mujer o ropa de hombre? Al final es un trozo de tela con una etiqueta cosida. Así que desde entonces llevo muriendome por una chaqueta de tweed negra, de Chanel, claro. Exactamente desde aquella sesión de fotos en Wonderland Magazine en la que una estrella del rock la llevaba como si nada. De aquella me tuve que conformar con una pulsera de cadena con una moneda colgando, muy Chanel también, oye.Pues mira, igual ésto es lo que tenemos que enseñar a jovenes generaciones (por no hablar de las antiguas, tienen tanto que aprender...), que no tenemos que comprar lo que se nos pone en una estantería para un determinado tipo de persona, o lo que se supone que debemos llevar. La clave esta en comprar cosas que de verdad te inspiran, que te mueven.Y probablemente sea por eso que Lily Allen es la última imágen de la campaña de bolsos de Chanel, porque lo disfruta, y porque inspira a otras personas.Así que si te gusta, hazte con ello. La moda nunca se ha basado en utilidad (con la excepción de la manera de pensar de Gabrielle, claro). Un accesorio como el 2.55 no es sólo un bolso, es algo icónico, algo que usas para expresar tu indentidad y, en este caso, siendo tweed, se convierte en la perfecta almohada para mi vuelo a la semana de la moda de Nueva York, en un par de semanas.
Forever yours,
Prince Pelayo